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lunes, 23 de mayo de 2016

EL ADIÓS

Si algún día me tuviera que despedir de ti,
a mí me gustaría ser el recuerdo que te hace fuerte,
el tañido de la risa que redobla en tu garganta,
la chispa que haga que disfrutes de cada instante de los días,
el impulso para atreverte.
Y si en algún momento el camino de tu vida se tornara sinuoso,
me gustaría que supieras que es la actitud a la hora de afrontar los problemas lo que nos hace ser invencibles,
porque, ganemos o no, luchar es siempre la victoria.

                                                   Mariló Serrano Gabaldón.




sábado, 16 de abril de 2016

#TRIBULECTORA EN TWITTER. UNA BONITA INICIATIVA DEL OBSERVATORIO DE LA LECTURA Y EL LIBRO.

El “Observatorio de la lectura y el libro” pone en marcha el concurso #tribulectora en twitter. Con ello, invita al lector a mostrar, mediante la etiqueta, el libro que haya sido más significativo para él y el motivo que le lleva a destacarlo. Es un concurso con una fecha de inicio y final, pero la etiqueta bien podría quedarse para siempre. Sí, no se me ocurre nada más bonito que poder dar las gracias a un libro por lo que consideramos que nos ha aportado, porque los más humildes de los mortales solo podríamos hacerlo en el caso de encontrarnos con su autor y darle un buen abrazo, algo que, sin duda, tendríamos que pensar dos veces, que o bien el pudor o la comedida medida a la que tenemos que someter nuestros afectos nos impediría llevarlo a cabo.
Otra cosa, muy diferente, es poder escoger de entre todos los libros que hayamos leído uno solo al que mostrar nuestro agradecimiento.
En cuanto a mí… Cada uno de los libros que leí me dio una vida, cuando la vida me negó el vivir.
Solo puedo decir gracias, gracias y ¡gracias!


martes, 29 de diciembre de 2015

MALDITO WHATSAPP

Era de noche y hubiera dormido del tirón si el sonido de aquel mensaje en el móvil no me hubiera despertado a las seis de la mañana. El tan importante texto, que por la hora a la que se recibía lo debía ser, decía: “¡Hola! ¡Buenos días!”. Eso pude mal leer, con los ojos a medio abrir y con legañas. Eso, y que el texto pertenecía a Juan, un amigo que tengo en un grupo de wasap, de compañeros del colegio, con los que hace poco me he reencontrado.
Sí, también yo fui abducida, arrastrada y engullida por un grupo de wasap, de cuarenta participantes si no más, que pretende recuperar en unas horas los años que hemos estado distanciados, en el que los días no tienen la suficiente extensión para seguir el hilo de sus conversaciones y en el que las respuestas se pierden entre otros mensajes que nada tienen que ver, que cuando uno quiere decir algo pocas veces se llega a tiempo…
Y en medio de toda esta locura en ocasiones sucede que nadie responde, y es entonces cuando dudamos si la aplicación, de la que parece que tengamos una dependencia vital, está estropeada.
“¿Hay alguien ahí?”.
No todos mis grupos de wasap son iguales a este, otros son mucho más comedidos, de cuatro o cinco participantes, y en alguno de estos la fecha del último mensaje me recuerda a una esquela mortuoria que se haya quedado anclada en el pasado.
“¿Por qué nadie escribe?”.
“¿Hay alguien ahí?”.
He pensado en desinstalar el wasap, pero siempre hay un no sé qué que me lo impide.
Y por más que ahora estemos conectados, en contacto, no siempre estamos en compañía.  Tal vez sea la edad, llamadme antigua, pero yo añoro a mis amigos tangibles, a los del wasap, pero de carne y hueso: sus conversaciones, los besos, sus abrazos, los achuchones, las risas… y si también las hay, pues las lágrimas.
Todo.


jueves, 18 de junio de 2015

LO QUE EN LA PINTURA DE UN PAYASO ESTÁ ESCRITO

Todos, en alguna ocasión, hemos vuelto la vista hacia atrás y recordado el niño que un día fuimos, el niño que algunos, todavía hoy, tenemos la suerte de guardar dentro de nosotros y del que no queremos desprendernos, pues sus ojos siguen mirando el mundo con una inocencia que nosotros ya hemos perdido, que se sorprende de lo que a nosotros ya nada asombra y que nos dice que lo más bonito, siempre, está en lo más sencillo.
Y es en el momento en el que llegamos a la edad adulta cuando valoramos de verdad lo que hemos tenido en la infancia, y nos alegramos de poder sacar y desempolvamos todos los recuerdos que hay en ese magnífico músculo que es el corazón, como si de una maleta llena de papeles se tratara. Y nos basta con saber que hemos sido felices: nos es suficiente con ver que esa sonrisa se extiende no ya de oreja a oreja sino que ocupa el ancho de la fotografía entera y toda el alma.  
Las imágenes que hay en mi memoria están llenas de luz, de la que desprende ese gran foco que alumbra la pista central de un circo. Todavía escucho mis gritos y aplausos junto con los de otros niños cuando salían los payasos, ingenua de mí, sin sospechar que uno de ellos era mi padre. Y gritaba y aplaudía cuando no lo sabía y cuando ya lo supe gritaba y aplaudía todavía más. Y según pasan los años grito más fuerte a ese payaso para el que el paso del tiempo no disminuye sus fuerzas, porque hacer reír a los niños es su motor de vida: ¡¡Killooo!!
Desde muy pequeña he visto como se pintaba la cara con la atención que requiere lo que es muy importante. Y entre los trazos de esos lápices sobre su piel, como en una cuartilla, está escrito que la risa es la musculatura del alma, que la propia felicidad se encuentra en la felicidad de los demás, y que si bien a veces no es fácil reír, siempre merece la pena intentarlo, porque aquel que tenemos delante tal vez lo puede necesitar más que nosotros.
Y el resorte de unas mágicas palabras nos levanta del sitio:
—¿Cómo están ustedes?
—¡¡Biennn!!
—¡Más alto! ¡Que no os oigo! ¿Cómo están ustedes?
—¡¡¡Biennn!!!
—¡Más alto! ¿Cómo están ustedes?

¡Gracias por hacernos reír!





miércoles, 27 de mayo de 2015

EL NUEVO MAPA DEL TIEMPO (QUE NOS TOCA VIVIR).

Cuando era pequeña y en la televisión de mi casa salía la información meteorológica, al finalizar las noticias, no entendía por qué mis padres cambiaban de canal para volver a escuchar el tiempo si ya lo habían visto en el anterior, total, para oír lo mismo dicho de manera diferente o, tal vez, para ver si esa cadena decía o no otra cosa, con lo que entonces resultaba muy difícil saber a quién creer. Suerte que solo había dos canales. 
Y, mientras estaba el tiempo, no estaba permitido hablar y casi no se podía ni respirar.
Cuando crecí me resultaba igualmente incomprensible esa fijación, si bien ahora se regodeaban con un recorrido aún mayor pues el número de canales había crecido y en todos, después de las noticias, estaba el tiempo. 
Y mientras duraba la emisión seguía sin estar permitido hablar y casi no se podía ni respirar.
Cuando me casé creí librarme de la pesadilla y, pasado el viaje de novios, durante el que no vi la televisión, cuál no fue mi sorpresa que oí a mi marido gritar —todavía con las llaves en la mano, que acababa de llegar a casa—: ¡Calla! ¡Calla! ¡El tiempo!
Hoy, mientras el hombre o la mujer del tiempo dicen si va a hacer sol o va a llover —que aquí también se hace el recorrido y se cambia de canal—, tampoco puedo hablar y casi no puedo ni respirar.
Hace dos días, con motivo de las recientes elecciones políticas, he visto en un periódico un mapa de España en el que llamaba la atención el tono de las comunidades, de las ciudades y hasta de sus municipios, y al verlo todo con ese color tan cálido, tan rojo, he pensado: suben las temperaturas. 
Los del tiempo han pronosticado sol no solo para hoy sino para toda la semana. A pesar de ello, y sin nubes en el horizonte, parece que va a haber rayos, truenos y centellas.




miércoles, 6 de mayo de 2015

ESAS PERSONAS GRANDES

No me engañes, sé que al leer el título has recordado a alguien. Que en tu cabeza se ha formado la imagen de esa persona a la que solo un adjetivo como este puede definir, si es que de alguna manera se puede.
Y sabes que no me refiero al nivel económico, ni a los coches caros, ni a sus casas, ni a esa belleza con la que a algunos parece que Dios se recreó esculpiendo, sino a esa otra grandeza: la que viene de dentro. Me refiero a ese "don" con el que algunas personas han sido tocadas, a esa luz que destilan y contagian. A esa alegría, a esa sonrisa inmutable de la que bien se podría pensar que es perenne, ajena a las inclemencias. Y no es así.

Sí, también ellas caen, pero siempre se levantan. Y con ellos levantan a todos cuantos tienen a su alrededor: son fuertes y valientes.

Estas palabras, breves y no del todo explícitas -que los sentimientos son para vivirlos, no para escribirlos-, están dedicadas a una persona. Y, aunque en esta ocasión estén dedicadas solo a ella, bien podría poner los nombres y apellidos de otras tantas.
Tenemos suerte de tener personas así cerca de nosotros.

¡Ánimo!


miércoles, 1 de abril de 2015

UN MONUMENTO A LA PERSECUCIÓN DE UN SUEÑO: NADA ES IMPOSIBLE.

Cuando yo lo vi, no era más que una chiquilla que casi no podía apreciar la grandeza de lo que tenía delante de mí. Esa construcción, de la que tanto quedaba por hacer, de la que tanto se había hecho ya, la estaba levantando una sola persona: una catedral dedicada a la Virgen del Pilar, eso me dijeron que era. En mi cabeza de niña aquello era inimaginable, algo que desencadenó en mí la misma expresión de admiración que si estuviera delante del mayor truco de magia. Y es hoy, en la edad adulta, que me resulta igualmente inconcebible, si bien ahora sé que nada es imposible si se hace con el corazón.
Y recuerdo a un señor con un mono de trabajo azul, delgado, de tez morena, de trato afable y no muy limpio, cuyas manos, ropas y pelo estaban cubiertos por el polvo del trabajo, que siempre engrandece a la persona. Y ya por aquel entonces, ese señor me pareció muy mayor.
Hace unos días llegó a mis manos un periódico en el que leí un artículo sobre Justo Gallego —así se llama el hombre— y la catedral a cuya construcción ha dedicado toda su vida en Mejorada del Campo, un pueblo que no está lejos de Madrid. Y leerlo me emocionó: Justo, a sus noventa años, sigue construyendo su catedral y teme que a su muerte sea derruida. No lo oculto, se me saltaron las lágrimas.
Esa obra es digna de admiración, todos deberíamos verla antes de decir que algo es imposible. Y no diré ya que es una catedral dedicada a la Virgen del Pilar, que lo es, sino un monumento a la persecución de un sueño, a lo que el ser humano puede hacer con la fuerza del corazón, pues solo así soy capaz de entender que una sola persona haya conseguido hacer esto. Y ello debería ser reconocido, ensalzado y protegido.
Por cierto, que los materiales con los que está construida son reciclados, utiliza los que él encuentra y los que le da la gente. Tampoco tiene estudios de arquitectura.
Sí, me da pena que un día pueda ser destruida, pues entre los ladrillos de esa catedral siento que hay un trocito de todas aquellas personas que alguna vez hemos tenido la ilusión de cumplir un sueño, se haya realizado este o no.
Es necesario que quede el ejemplo, que alguien diga que sí es posible, que al levantar los ojos podamos constatar lo que en esencia es el ser humano.



martes, 3 de marzo de 2015

AMIGO

El tiempo se detiene cuando nos encontramos con los amigos con los que estudiamos en la infancia.
La imagen que guardamos en la memoria de ellos, a los que desde entonces no hemos vuelto a ver, es una fotografía para la que no pasa el tiempo. Y unida a esa imagen está la palabra AMIGO, escrita con mayúsculas.
Hace pocos días he tenido la enorme suerte de reunirme con las personas con las que compartí mi niñez. Todos hemos corrido al encuentro.
Somos lo que somos, en parte, por las huellas que en nosotros dejaron otros. Y también somos y formamos parte de las personas a las que queremos. Es tal vez, por ello, por lo que sentíamos que no había pasado el tiempo. Nunca hemos dejado de estar: el corazón no olvida.
Después de más de treinta años estábamos felices de volvernos a ver, y solo hemos necesitado echar la vista atrás y recuperar, junto con el niño que fuimos, una palabra, grande, plena, y con un significado que nunca, por más que pasen los años, deberíamos olvidar: AMISTAD.



lunes, 2 de marzo de 2015

TOLERANCIA

Cada vez me cuesta más hablar, y no es porque no tenga nada que decir. En estos días, cuando quiero decir algo, escribo. Hace mucho tiempo que descubrí que una hoja en blanco ofrece más libertad que la que dan las personas. Todos tenemos derecho a la libertad de expresión, y ello últimamente solo es posible porque mientras unos gritan, otros callamos.
En esta sociedad, de la que uno podría pensar más bien lo contrario, no es fácil encontrar personas tolerantes.
Yo estoy convencida de que en la diferencia está la riqueza. Y cada vez valoro más el diálogo, porque cada vez cuesta más encontrarlo. No todo es blanco o negro, también hay una extensa gama de grises.
Y pienso si ello no tendrá algo que ver con la soledad del ser humano. Nadie escucha.





sábado, 7 de febrero de 2015

VISTA CANSADA

Sentada en la consulta, con una máquina enfrente y un letrero luminoso en el extremo de la habitación, de esos que a distancia muestran sus letras de mayor tamaño a menor, el médico, dictaminó: vista cansada. Y alargó las vocales en el aire, con regodeo, con el acento puesto en ese punto que recalca, por si no me hubiera dado cuenta, que ya he llegado a los cuarenta.
Y me recomendó unas gafas de visión progresiva, por la comodidad de ver de lejos y de cerca con un mismo cristal. Me habló del nervio óptico, de la importancia de empezar con este tipo de gafas cuanto antes mejor, que luego es más difícil acostumbrarse a ellas entrados en más edad.
Yo ya las compré. Y a veces me las pongo, otras me las quito, que esto no sé si ha de ser cuestión del nervio óptico, de las gafas o forma parte de otro tipo de nervio, que de esto no entiendo: entre lo que me gustaría ver y no puedo y lo que he visto y jamás hubiera querido ver, no ya los ojos, el alma sangra.




viernes, 30 de enero de 2015

¿ALGUNA VEZ TE HAS PREGUNTADO QUÉ SE SIENTE AL PUBLICAR LA PRIMERA NOVELA? A ELLA ESTÁ DEDICADO ESTO.

Se acerca el día, y de repente siento que entre mis manos eres una paloma: un ser vivo que independientemente de mí cobra fuerza y he de dejar marchar. E ignoro cuán magníficos paisajes sobrevolarás o cual será tu destino. Tal vez algún día te vuelva a ver, ¡ojalá!
Gracias, por toda la vida que me has dado: por la pasión con la que lograste que cada mañana me levantara y por las innumerables noches que compartimos, en silencio, con las estrellas como único testigo.
Vendrán más, pero tú siempre serás la primera, la favorita: la que se quedó con las risas y con los jirones de mi piel, también.
Siempre tuya, te quiere con toda su alma,
Mariló.






EN LA MEMORIA DEL CORAZÓN. NOVELA.

En la memoria del corazón. Mariló Serrano Gabaldón. 

ISBN: 978-1502779137


No hay grito, ni palabra, ni sonido que pueda ser oído en todo el mundo, hasta que alguien escuche.


Sinopsis:

En esta novela se relata una historia que en verdad sucedió. Trata de la grandeza de corazón y de la fortaleza humana.
Una novela que transcurre en el día a día de una familia normal, o no tanto, donde las bromas y el buen sentido del humor es uno de los pilares que la sustenta. Pero, sobre todo, aquí se narra cómo un chico, ante las mayores vicisitudes, es capaz de reír, olvidarse de sí mismo y transmitir su fuerza y valentía a quienes lo rodean…

… Y permíteme que guarde silencio, que no desvele lo que en su interior está escrito y con ello provoque el mismo desconocimiento que todos tenemos frente a un futuro del que sólo sabremos lo que sucederá con el paso del tiempo, de la misma manera que se pasan las hojas de un libro…
Ojalá pudiéramos retroceder en nuestras vidas: para poder enmendar nuestros errores, para poder dar las gracias y, siempre, para decir “te quiero”.

La novela se puede adquirir en: